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martes, 4 de diciembre de 2007

UN POEMA


Aquí les dejo un poema de la vida real. (Colaboración de Cesar Navarrete)

“EN EL METRO”

Todas las mañanas cuando bajo las escaleras del metro que me conducen al andén para tomar el próximo tren, encuentro a una pareja de novios. Son Jóvenes los delata la manera efusiva en que se besan y se acarician. Hay ocasiones en que él la espera y lo veo caminar intranquilo por el pasillo, va de un lado a otro y cuando la ve corre y la abraza. Ella es un poco más tranquila, para esperarlo, se sienta en el piso, pero en su cara se refleja un gran aburrimiento, se ve desesperada, alguien pensaría que está enferma y no se equivocaría por que a ese grado el amor es una enfermedad, que no se puede esconder. Su alivio llega, Es él que corre a besarla, y ella se impulsa como un resorte levantándose de su lugar, de nuevo se besan y se acaricia. Los veo y algo en ellos me recuerda a mí y aquella muchacha que esperaba en el metro para irnos a la universidad, o dando fuera el chiste era estar juntos. Muchas veces faltamos a clase y nos refugiamos en nuestro segundo hogar. Así lo llamaba ella. Después de besarla por todos lados y decirle que la amaba hasta la médula, hacíamos el amor. Después, yo sacaba mi libro de poemas y la contemplaba desnuda y recitaba los versos que me inspiraba, con una mano iba esculpiendo cada una de la partes de su cuerpo mientras cada palabra del poema tronaba en mis labios, así mis dedos como pinceles dibujaban las imágenes en su vientre, en sus brazos, caminaban por sus muslos y se empapan del gran charco de su tinta. Al final un gran beso sellaba nuestros labios.

Parece que lo hago a propósito, levantarme a la misma hora y salir justo a las 6:30 de la mañana, para llegar a tiempo y ver aquellos dos enamorados que me recuerdan a mí cuando era felíz.