Soltar

Que cosa tan difícil es eso de soltar el pasado. No sé que sea lo más difícil, saber que las cosas no serán como antes, resignarse antes de que todo esté perdido, no darse cuénta que todo está perdido... o tener la maldita puta idea que uno debe de aguantar más por que es muy posible que 5 segundos antes de la muerte las cosas se darán como uno estuvo esperándolas durante años.

Eso me sucede.

Hay días en que no la extraño, es más creo que es cuestión superada, que la madurez que uno va adquiriendo lo hace pensar con la cabeza más fría y ese tipo de cosas, pero en otras ocasiones, las cosas no son así, me recorre una sensación calida por el cuerpo, de emoción, de aventura, y es cuando tomo el teléfono y le marco. Oigo su voz y todo tiembla. Y tiembla más cuando me doy cuenta de lo maravillosa que es su vida sin que yo esté a su lado. La verdad es que eso duele. Pero reconforta, por lo menos uno de los dos está bien.

Cuando ella se fué, comenzé a odiar más cosas, podemos decir que odio más cosas de las que aprecio, que mi corazón se vuelve frío, y mis ojos, son cada vez mas severos, creo menos en la mágia y más en la realidad.

Deseo morir pronto que un Dios benévolo se apiade y me de muerte. Un accidente de auto, una bala perdida, que se yo, cosas de ese tipo. Mandar todo al Diablo y buscar la muerte, para dejar de pensar en ella. Y EN TODO.