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domingo, 30 de mayo de 2010

Invictus


Hace unos años en el magnífico libro de El Tallador del Diamante, Michael Roach escribió que en una de sus incursiónes al Tibet llegó a un monasterio donde existía un monje encargado de la cocina. La tarea de éste monje a parte de hacer las labores propias de un cocinero tenía como objetivo principal aprenderse los nombre de los visitantes y los gustos que éstos tenían respecto a los alimetos, para que en una próxima visita sorprendiera a los visitantes dándoles lo que les GUSTA. Algo parecido a el lugar "Cantonés", al que acuden los personajes de Brenan y Boon de la serie Bones, donde el dueño sabe lo que cada uno quiere sin que estos se lo pidan.

Mandela sabe los nombres de cada uno de los jugadores de el equipo nacional de rugby, se preocupa por saber el estado de ánimo de la gente que se encuentra a su alrededor. Practica la generosidad y el perdón para unir a una nación que fue (yo creo que lo sigue) dividida por cuestiónes raciales.

En Invictus se dice que Mandela estuvo 30 años preso, salió y se convirtió en presidente de Sudáfrica, consultaría todo esto con la wiki pero tengo un poco de flojera, yo le creo a la película y a Clint Eastwood (que es el director).

Me gustó el Film. Aceptó que el mensaje no es del todo claro que pide un poco de inteligencia para captar la profundidad del comportamiento generoso y de perdón de Mandela. ¡Qué cosa tan más difícil es el perdón y la generosidad! Imagino que estas dos características hacen círculo. No perdona por que no soy generoso y no soy generoso por que no perdono.