Recuerdo esa llamada de las 8 de la mañana donde me dabas el pésame y miles de mariposas aleteaban por última vez en mi estómago antes de caer heridas de muerte por la noticia. Como escribí en aquella oportunidad; una parte de mí murió ese día y tú junto con el recuerdo.
Después del riguroso duelo autoimpuesto te dedico estas palabras en el noche fría llena de miel helada.
...llena pues de palabras mi locura
o déjame vivir en mi serena
noche del alma para siempre oscura.
(fragmento de:
El poeta pide a su amor que le escriba.
Federico García Lorca)