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miércoles, 6 de octubre de 2010

¡Gastar, Gastar, Gastar!

Mis hábitos de económicos son muy estrictos y están regidos por una sola ley: Gastar en lo que me gusta.

Hay demasiadas cosas que me gustaría comprar por el simple hecho de poseerlas, de tenerlas en algún rincón de mis dos recámaras y de vez en cuando visitarlas para contemplarlas. Tengo más libros de los que leo, colecciono jueguetes que saco de sus cajas pero que solo sirven de adorno y que obviamente son devorados por el polvo y los rayos del sol.

Los discos ya han pasado de moda en mi vida a no ser que sean de Héroes del Silencio, Enrique Bunbury y The Beatles, fuera de eso los descargo de manera legal o ilegal. Ilegal la mayoría de las veces y toda esa música va a parar a mi ipod.

La moda nunca ha estado dentro de mi vida. De adolescente me gustaba pensar que en un futuro me vestiría mejor pero el futuro no ha llegado y por ende tampoco mi vestimenta; esto se debe más a mi sobrepeso (por lo que soy un peligro para México, según el presidente FECAL) y por la inseguridad de que me pueda ver bien con las ropas de moda. Además aclaro que los colores serios y formales nunca han ido con mi personalidad. Soy gente que prefiere las tonalidades más contrastantes, colores estrambóticos y combinarlos con cierta joyería que rompería todos los cánones impuestos por las revistas de moda donde le dicen a la gente como deben de vestir. Les pongo un ejemplo: Hace años compré un reloj G-Shock color verde agua. Fue mi fascinación, era enorme, con luz, resistente al agua y lo mejor de todo es que era contra golpes así que me daba el lujo de no quitármelo para nada. Si me invitaban a una boda o quince años lo utilizaba con mi traje gris Oxford; para aquellos especialistas de la moda eso era una terrible combinación con tintes de naqués. Yo feliz.

Tengo una meta de largo plazo, de esas que les gustan a los psicólogos o los gerentes de recursos humanos de alguna empresa cunado preguntan ¿Cuál es su meta de largo plazo?, mi meta es y cuyo único bien material me gustaría tanto poseer es un Jaguar color verde clásico, después de eso el mundo se puede acabar.