A los 16 años de edad escribí mis primeros versos en algunas hojas sueltas que ahora me arrepiento de no haberlas guardado. Contrario a lo que se puede llegar a pensar, mi inspiración no venía del lado femenino es más no existía en esos momentos una mujer a la cual quisiera dedicarle mis versos; mi inspiración era más inmortal, le escribía a la luna y a una mujer que no existía y que en mis sueños era perfecta. También en aquellas épocas me inspiraban las canciones, tomaba una libreta y escribía todo lo que viniera a mi mente. Fue por aquellas épocas que decidí comprarme una libreta Jean Book y escribir en ella los primeros poemas a los cuales les apuntaba la hora en que fueron escritos, la fecha, el lugar y por supuesto mi firma. Me prometí que cada año tendría que llenar por lo menos una librea y así lo hice por los menos durante los primeros cinco años. En cada una de ellas al final, apunto en que día la empecé y en que día la terminé y por último le agrego una frase... algo así como:
...y derrepente se dio cuenta que serían felices para siempre
Pero como dije, de eso ya hace un buen tiempo.
Hoy fue mi primer día. Es mi primer día en muchos aspectos. Primer día de regresar a mis orígenes y satisfacciones, mí primer día de poder rencontrarme y reconciliarme conmigo, primer día de empezar la escritura poética y por que no decirlo espero que hoy sea el primer día de mí felicidad.