Blanca Betan.-Son diversos los motivos por lo que las personas posponen algún
proyecto o un plan, todos lo hemos hecho alguna vez, pero cuando esta
conducta es la que rige tu vida se convierte en un verdadero dolor de
cabeza.
A la larga te puede crear frustración, depresión y una fuerte
sensación de fracaso, por lo que es mejor poner manos a la obra y
moverte para alcanzar tus proyectos.
Tal vez el plan que has estado posponiendo es el que te llevará a ser
una persona exitosa, entonces inicia cuanto antes. Los expertos señalan
que empieces por poner orden en tu agenda, define tiempos para cada
acción. Es decir, 2 horas para estudio, 3 horas para proyecto de
empresa, etc, incluye las tareas que no te gustan, no debe quedar fuera
de la agenda nada, eso te ayudará a empezar a ser una persona
organizada.
Has una lista semanal de tus actividades y coloca varias en diversos
lugares de la casa o la oficina, de modo que lo tengas presente la mayor
parte del tiempo, al fin de semana tómate un momento y evalúa que
hiciste y qué no hiciste de esa lista y responde honestamente porqué no
hiciste determinada actividad.
Para cumplir los objetivos de mediano y largo plazo se requiere aún más compromiso y disciplina.
En caso de que empieces a fallar en tu plan analiza que fue lo que
falló, por ejemplo falta de motivación, de tiempo, falta de dinero,
miedo al fracaso, miedo a lo desconocido, etc. Recuerda que la mayoría
de esos motivos son meros pretextos, regresa al origen de tu plan,
respóndete cuáles son los motivos por los que quieres cumplir este
proyecto y visualiza cuál es tu meta, eso te motivará a seguir
adelante.
El ABC para no perderte en el intento:
- Escribe tus metas y ponles una fecha de término. Nada como tener el plan aterrizado en papel o en una pantalla.
- Divide tus metas gigantes en micro-metas. Será más fácil si empiezas a enfocarte en un objetivo bien definido.
- Visualízate ya con tu meta alcanzada. Funciona la visualización, se ha demostrado en diversas áreas y disciplinas, inténtalo.
- Desengánchate del miedo. El miedo es una emoción poderosísima que nos puede llenar de excusas con tal de no hacer ese plan que teníamos en mente.
- Vuélvete tu propio fiscal. Analiza semanalmente o mensualmente cómo va el proyecto que tienes en la agenda, no seas condescendiente, se honesto y claro.
- Recompensa tus logros. Siempre es bueno el reconocimiento, eso no quiere decir que dejaras de luchar por tus metas, pero sí es un incentivo para seguir adelante.
- Actúa como un guerrero todos los días. Con valentía se logran los objetivos, entra en acción y sal al menos una vez al día de tu zona de confort.