CIUDAD DE MÉXICO, 14 de enero.- Desde hace cuatro milenios, en las
diferentes culturas, se ha considerado al intelectual, a la élite del saber, ya
sean gobernantes, sacerdotes, escribas, filósofos o artistas, por encima de los
demás.
Este
sentimiento de superioridad intelectual, esta “rémora milenaria”, un “virus
poliédrico y variopinto”, afirma el escritor Enrique Serna, ha mantenido sus
principales rasgos a través de los siglos y ha llegado a nuestra época
adquiriendo disfraces muy astutos.
“Lo que me he propuesto en este ensayo es desmontarlos, rastrear
cómo han ido evolucionando, cómo han influido en los gustos, en las modas
literarias y en las pugnas ideológicas de la actualidad”, explica en entrevista
el autor que acaba de publicar Genealogía
de la soberbia intelectual(Taurus).
Tras
más de diez años de darle vueltas al tema, de estudiarlo y reflexionarlo, el
narrador mexicano revisa la transición del poder espiritual al poder cultural,
la evolución del hermetismo poético y filosófico, la génesis del desprecio al
vulgo profano, los monopolios de la escritura o de las lenguas cultas, el uso
del argumento de autoridad para reprimir la crítica y la imitación de la
aristocracia en los cenáculos intelectuales modernos.
“Utilizo
las analogías para hacer comparaciones entre lo que ocurría entre los
sacerdotes de las religiones antiguas, que tenían un poder espiritual enorme, y
los intelectuales, que poseen poder cultural o disfrazan su falta de ideas con
un lenguaje inaccesible al resto de los mortales”, detalla el novelista nacido
en 1959.
Y confiesa que el poder que le parece más nocivo es “el de los
artistas, escritores e intelectuales que se dedican al tráfico de favores, a la
grilla cortesana, para obtener el aplauso del establishment;
porque en esos casos se crea un fraude, se crean sellos de prestigio que en
realidad no valen nada.
“Esto
es algo que sigue vigente hasta nuestros días. No ha cambiado. Las maneras como
tenía un intelectual cortesano del siglo XVIII en Francia de ser admitido por
la Academia son las mismas que emplea actualmente un intelectual mexicano para
obtener un premio importante”, aclara.
Para
el también cuentista, entre el saber y el poder, entre la fuerza y el
conocimiento, ha existido siempre una dependencia mutua; pero también una
enemistad profunda.
“Vencer
las mezquindades y los valladares defensivos de las élites que detentan el
poder cultural ha sido una lucha milenaria que todavía no termina y quizá no
termine nunca”, agrega.
El autor del thriller satírico El miedo a los animales,
que provocó un gran escándalo en el medio intelectual mexicano, detalla que fue
a partir de la Ilustración, del siglo XVII, cuando empezó a declinar el poder
espiritual de las religiones y surgió un nuevo poder, el de los intelectuales,
los poetas, los escritores, que influyeron en la opinión pública.
“Este
fue un parte aguas histórico; porque, hasta ese tiempo, los intelectuales
dependían del favor de los poderosos, generalmente de los reyes. Todo los
intelectuales anteriores a la época del Renacimiento se dedicaban a vender
elogios, a hacer loas de los reyes, para recibir un mecenazgo. Pero a partir de
que existe la opinión pública, los escritores se empezaron a independizar”,
indica.
Serna
dice que el problema con este tipo de cofradías es que no siempre los cenáculos
han estado formados por escritores o intelectuales brillantes. “También ha
habido en la historia muchísimos cenáculos de gente mediocre. Y creo que
tienden a formarse sobre todo en países donde el gremio literario o intelectual
está muy supeditado a la burocracia, como ocurre en México. Porque ahí es donde
se produce más este tipo de reputaciones fraudulentas”.
El autor de novelas como Fruta verde y La sangre erguida descarta ser un escritor soberbio y
más bien se define como “un vanidoso auténtico”.
Explica
que “hay dos tipos de vanidosos: los que necesitan para sentirse satisfechos
que su obra tenga un aplauso espontáneo, dentro de los que me considero; y
otros que recurren a la intriga, a las relaciones públicas, al tráfico de
favores, para obtener ese mismo reconocimiento. Lo que me parece un
autoengaño”, concluye.
La Genealogía de la soberbia
intelectual se
presentará en la Ciudad de México el próximo 2 de marzo, en la Feria
Internacional del Libro del Palacio de Minería.
Libro
Título: Genealogía
de la soberbia intelectual
Autor: Enrique
Serna
Editorial: Taurus,
México, 2013, 402 pp.
Vía: Virginia Bautista, Excélsior