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martes, 14 de enero de 2014

Enrique Serna tras la soberbia


CIUDAD DE MÉXICO, 14 de enero.- Desde hace cuatro milenios, en las diferentes culturas, se ha considerado al intelectual, a la élite del saber, ya sean gobernantes, sacerdotes, escribas, filósofos o artistas, por encima de los demás.

Este sentimiento de superioridad intelectual, esta “rémora milenaria”, un “virus poliédrico y variopinto”, afirma el escritor Enrique Serna, ha mantenido sus principales rasgos a través de los siglos y ha llegado a nuestra época adquiriendo disfraces muy astutos.
“Lo que me he propuesto en este ensayo es desmontarlos, rastrear cómo han ido evolucionando, cómo han influido en los gustos, en las modas literarias y en las pugnas ideológicas de la actualidad”, explica en entrevista el autor que acaba de publicar Genealogía de la soberbia intelectual(Taurus).

Tras más de diez años de darle vueltas al tema, de estudiarlo y reflexionarlo, el narrador mexicano revisa la transición del poder espiritual al poder cultural, la evolución del hermetismo poético y filosófico, la génesis del desprecio al vulgo profano, los monopolios de la escritura o de las lenguas cultas, el uso del argumento de autoridad para reprimir la crítica y la imitación de la aristocracia en los cenáculos intelectuales modernos.
“Utilizo las analogías para hacer comparaciones entre lo que ocurría entre los sacerdotes de las religiones antiguas, que tenían un poder espiritual enorme, y los intelectuales, que poseen poder cultural o disfrazan su falta de ideas con un lenguaje inaccesible al resto de los mortales”, detalla el novelista nacido en 1959.
Y confiesa que el poder que le parece más nocivo es “el de los artistas, escritores e intelectuales que se dedican al tráfico de favores, a la grilla cortesana, para obtener el aplauso del establishment; porque en esos casos se crea un fraude, se crean sellos de prestigio que en realidad no valen nada.

“Esto es algo que sigue vigente hasta nuestros días. No ha cambiado. Las maneras como tenía un intelectual cortesano del siglo XVIII en Francia de ser admitido por la Academia son las mismas que emplea actualmente un intelectual mexicano para obtener un premio importante”, aclara.
Para el también cuentista, entre el saber y el poder, entre la fuerza y el conocimiento, ha existido siempre una dependencia mutua; pero también una enemistad profunda.
“Vencer las mezquindades y los valladares defensivos de las élites que detentan el poder cultural ha sido una lucha milenaria que todavía no termina y quizá no termine nunca”, agrega.
El autor del thriller satírico El miedo a los animales, que provocó un gran escándalo en el medio intelectual mexicano, detalla que fue a partir de la Ilustración, del siglo XVII, cuando empezó a declinar el poder espiritual de las religiones y surgió un nuevo poder, el de los intelectuales, los poetas, los escritores, que influyeron en la opinión pública.

“Este fue un parte aguas histórico; porque, hasta ese tiempo, los intelectuales dependían del favor de los poderosos, generalmente de los reyes. Todo los intelectuales anteriores a la época del Renacimiento se dedicaban a vender elogios, a hacer loas de los reyes, para recibir un mecenazgo. Pero a partir de que existe la opinión pública, los escritores se empezaron a independizar”, indica.
Serna dice que el problema con este tipo de cofradías es que no siempre los cenáculos han estado formados por escritores o intelectuales brillantes. “También ha habido en la historia muchísimos cenáculos de gente mediocre. Y creo que tienden a formarse sobre todo en países donde el gremio literario o intelectual está muy supeditado a la burocracia, como ocurre en México. Porque ahí es donde se produce más este tipo de reputaciones fraudulentas”.
El autor de novelas como Fruta verde y La sangre erguida descarta ser un escritor soberbio y más bien se define como “un vanidoso auténtico”.
Explica que “hay dos tipos de vanidosos: los que necesitan para sentirse satisfechos que su obra tenga un aplauso espontáneo, dentro de los que me considero; y otros que recurren a la intriga, a las relaciones públicas, al tráfico de favores, para obtener ese mismo reconocimiento. Lo que me parece un autoengaño”, concluye.
La Genealogía de la soberbia intelectual se presentará en la Ciudad de México el próximo 2 de marzo, en la Feria Internacional del Libro del Palacio de Minería.

Libro
Título: Genealogía de la soberbia intelectual
Autor: Enrique Serna

Editorial: Taurus, México, 2013, 402 pp.
Vía: Virginia Bautista, Excélsior