He terminado otro libro del maravilloso Enrique Serna, el libro lleva el nombre de Fruta Verde, que hace referencia a un bolero escrito por Jose Alfredo Jiménez pero cantado por Luis Alcaráz. La escritura de Enrique Serna es sencilla, se va como agua en la manos por eso su lectura es un deleite. Eso es lo que me gusta de las obras.
Fruta verde trata sobre Mauro y Germán principalmente. Mauro es un dramaturgo treintañero venido a menos por la burocracia mexicana en cuestiones culturales y Germán es un aprendiz de escritor que tiene un firme deseo de sobresalir en el medio intelectual.
Mauro tiene una debilidad por los hombres y gusta de convertir a los heterosexuales en gays. Su fijación por Germán es tan fuerte que busca por todos los medios que Germán cambie su orientación o por lo menos que pruebe hombre para que se decida. Germán en cambio siente una admiración por Mauro y el mundo literario al que pertenece, entre ellos se va trabando una amistad con su complejidades, gustos y culpas.
Todo esto es visto con recelo por Paula y sus valores sobre la vida. Para colmo de males se enamora de un joven 20 años menor y entonces se presenta la lucha entre el pecado y el placer.
No les cuento más por que El Profesor, asiduo visitante de este blog, me ha pedido que mis reseñas contengan menos spoilers.
Como siempre Serna es una garantía de gran satisfacción. Lo mejor de todo es que en sus novelas podemos detectar con otros nombres, personajes de la intelectualidad mexicana. Conoce de sobra este mundo por que desde joven estuvo inmiscuido en el mundo de la publicidad, los espectáculos, la cultura y las artes.
Espero que la puedan leer, sé que les va a gustar y a entretener.
