El escritor, académico y erudito mexicano, Ernesto de la Peña Muñoz, falleció hoy debido a una afectación cardiorespiratoria, en su domicilio ubicado en la calle de Veracruz, en la colonia Condesa.
El Centro de Operaciones de Cruz Roja Mexicana recibió hoy a las 06:00 horas de hoy una llamada en la que se solicitaba el apoyo de una ambulancia para apoyar a una persona.
A las 06:08 hrs. llegó al lugar la ambulancia de Cruz Roja Mexicana número 40, con el operador Francisco Torres y la paramédica Sandra Vargas, quienes confirmaron la muerte de Ernesto de La Peña.
El escritor se encontraba en su habitación apostado en su cama al momento de confirmar su deceso.
El escritor será velado en el Panteón Francés de la Ciudad de México.
De la Peña, nacido el 21 de noviembre de 1927 en la Ciudad de México, ganó el Premio Xavier Villaurrutia en 1988 por la obra Las estratagemas de Dios.
En este año, Ernesto de la Peña ganó la Medalla Mozart y el XXVI Premio Internacional Menéndez Pelayo, que le fue dado por su gran humanismo, su conocimiento polígrafo y prestigio internacional, avalado por la concesión de numerosos premios y distinciones.
Por dichas características, el jurado otorgó la condecoración al escritor, fIlólogo, políglota, traductor y difusor cultural mexicano, informó el Conaculta.
El jueves 06 de septiembre, De la Peña aceptó el premio, a través de una videoconferencia desde México, mientras, en su nombre, el embajador mexicano en España, Francisco Javier Ramírez Acuña, recogió el galardón de manos del rector de la Universidad Internacional Méndez Pelayo, Salvador Ordóñez.
Ernesto de la Peña era miembro de la Real Academia de la Lengua Española y de la Academia Mexicana de la Lengua desde 1933, estudió Letras Clásicas en la Facultad de Filosofía y Letras, en la Universidad Nacional Autónoma de México, (UNAM), donde también fue traductor de griego y latín.
En El Colegio de México estudió sánscrito y chino; en la Escuela Monte Sinaí, hebreo y de manera autodidáctica aprendió otros idiomas, hasta llegar a conocer 33 lenguas.
Era miembro del Consejo de Ópera del Instituto Nacional de Bellas Artes (INBA) y del Consejo Consultivo del Archivo General de la Nación, así como conductor y comentarista de programas culturales en radio y televisión y colaborador en diversos periódicos y revistas de circulación nacional.
Fue condecorado con el Premio Xavier Villaurrutia (1988), el Nacional de Ciencias y Artes en el área de Lingüísticas y Literatura (2003), el Alfonso Reyes (2007), el Nacional de Periodismo “José Pagés Llergo” y la Medalla Mozart (2012), entre otros.
Entre sus obras figuran Las estratagemas de Dios (1988), El indeleble caso de Borelli (1992) y La rosa transfigurada (1999).
Dentro de la serie Letras mexicanas en voz de sus autores, el maestro Ernesto de la Peña lee para “Descarga Cultura UNAM” el texto poético que da nombre al libro Palabras para el desencuentro, publicado por Conaculta en 2005, además de otros dos textos inéditos: “Anagnórisis” y “Sol nocturno”
En dichos materiales, el autor entrevera de forma magistral el lenguaje coloquial con el culto, a fin de transmitir al lector el profundo abismo de la pérdida, que se acentúa sobre todo al discurrir en torno al ocaso de una relación amorosa.
“Palabras para el desencuentro”, por ejemplo, abre con un desgarrador pero hermoso lamento: “Por la tarde, en los vidrios que obstruyen la mirada/ a la noche invadida por las alas sin sueño/ te he gritado/ con los labios hendidos a golpes de nostalgia/ con mil cargas de alcohol y dinamita/ con los dientes dolidos por el resuello de las ingles/ y, en medio de mis muslos, el semen no vertido…”
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